2006-07-02

Sin palabras

Bailaba al ritmo de la música. Fuese cual fuese. Mientras en un rincón, todos nos mirábamos penosamente pensando que ella se va. El trago hace más llevadera una última noche donde no hay espacio para ganadores.
Santago yace allá, lejos, en un abismo de 25 pisos de profundidad. Todos quieren saltar. Quieren ser piedras fundamentales de adoración a su culto.
Ella indiscriminadamente se mueve con más energía.
Algunos duermen, otros se van rendidos. Mientras yo sonrío y la observo bailar.
No obtuve nada...
No conseguí ningún recuerdo suyo.
La foto que nos tomamos nunca me llegará por mail.
Con suerte se acordará de que estuve ahí ese día.
En mi propio baúl de los recuerdos sólo habrá un espacio vacío que me recuerde la falta que hace cuando no está cerca.
Pero eso no duele en lo absoluto.
Dolería si hubiera habido un beso... pero no lo hubo.
Pero no me arrepiento en lo absoluto.
Habría arrepentimiento si hubiese dicho miles de cosas... pero no las dije.
Pero no pensaba hacerlo.
Lo hubiese pensado si tuviera el ego suficiente como para imaginarme que podría pasar pero esa idea nunca se cruzó por mi cabeza como algo factible.
Lo que sí pensé factible, y pedí y esperé y me arepeiento de no haberlo pedido antes porque fue muy tarde...
Lo que sí me dejó mal
Lo que si me atormenta
es que nunca te escuché tocar el oboe.
Adios Xime. Suerte en Brasil.